El SEXO en el Matrimonio Cristiano
El sexo en el matrimonio cristiano, es uno de los temas más candentes y controversiales de los que se puede hablar. Por un lado, mucha gente cree que el sexo en el cristianismo es completamente diferente al sexo fuera de él. Esto no es completamente cierto, pues el sexo implica una interrelación entre un hombre y una mujer con todas las implicaciones que ésta lleva consigo. Algunos creen que el sexo en el matrimonio ha sido influenciado por las tendencias modernas, por los medios de comunicación masiva, y especialmente por el internet. Según la iglesia tradicional hay varios aspectos del sexo que se pueden considerar hasta pecaminosos, y que éste, se debería llevar a cabo únicamente con el propósito de procreación. Pero también existe la otra corriente, la secular, la cual interpreta el sexo de una manera completamente diferente. En esta corriente, se tiene la idea que debe de existir una verdadera realización personal por medio de una práctica sexual sin límites. Esta es la razón primordial de este artículo; estudiaremos cual es verdaderamente el sexo dentro del matrimonio cristiano desde la perspectiva Bíblica.
Realmente existen muchas influencias en la actualidad con respecto al sexo, existen dos extremos que se contraponen uno del otro. Tenemos el efecto católico donde lo erótico es completamente pecaminoso. Por el otro lado tenemos la idea del lado secular donde el sexo tiene un aspecto muy importante en la vida de las personas. Llegando a tal extremo que se llega a considerar como algo realmente necesario en la vida de las personas. No puede existir una relación sexual plena en un matrimonio, sin no está incluido el erotismo. No se puede concebir una relación sexual sin el erotismo.
El matrimonio ha sido influenciado en relación con el sexo de maneras extremas. Por un lado el efecto católico, donde el erotismo se ve como pecaminoso. Por el otro, el creciente secularismo ha acompañado la creencia de que no hay una verdadera realización personal sin una práctica sexual sin límites, poniendo la satisfacción sexual por sobre cualquier otro valor.